Un corazón traicionado.

Caminando por ahí,
me encontré un corazón,
Quise hablar con el,
pero me dijo que estaba ocupado,
entonces pensé,
¿quién será quién lo ocupe, a tan bello corazón?

Días después,
me encontré de nuevo ese corazón,
triste y desolado,
pues lo habían traicionado,
platique con el,
pero estaba muy desconsolado,
intente darle mi apoyo,
pero se sentía desconfiado,
al final,
pude sacarle una sonrisa,
y logré salir con ese corazón roto.

Porque habrá personas que hacen daño a otras, les entregas tu amor, tu confianza y tu tiempo, les das todo lo mejor de ti, pero te usan como si fueras una prenda, que cuando se desgasta, la reemplazas por otra, o mejor dicho, te usan como si fueras una cartera, cuando se agota, dejas de servir de algo.

Qué importa si eres cristiano, musulmán, judío, católico, al final, el que está podrido, siempre te hará daño.

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