La muerte, mi fiel compañera, mi amante eterna.

Pepito, sigue vivo, no murió.

Pepito, sigue vivo, no murió.


Desde hace años tengo una fuerte conexión con la muerte, mi bella y hermosa muerte, ella me acecha, me busca, me desea, pero sabe que aún no puedo ser de ella, me respeta, la respeto, la amo en silencio, me ama en silencio.

Tú mi bella muerte,
Tú, mi amante secreta,
Tú que me has llamado más de tres veces a tus brazos,
Pero también me has detenido en el instante,
Se que me buscas, se que me deseas,
Pero me amas tanto, que me dejas vivir un día más.

Tú y yo tenemos una relación,
Donde a veces convivimos,
A veces entras en mis sueños,
Me muestras la muerte de otros,
Me muestras mi propia muerte,
Me muestras la sangre de otros,
Tu, mi bella muerte,
Haces que me vuelva loco,
Haces que me vuelva insensible,
Haces que ame la vida,
Haces que desee mi muerte,
Haces que aprecie cada instante en este multiverso,
Me has dejado regresar más de 94 veces,
Me has dado las mejores vidas,
Pero siempre me haces sufrir.

Querida muerte, te deseo, pero aún no es tu tiempo,
Déjame ser feliz en esta vida,
Déjame amar en esta vida,
Desde que te llevaste a mi Cleo,
Jamás he podido amar a otra mujer como a ella,
En cada vida deseo encontrarla,
Pero en cada una he fracasado,
En esta vida, deseo ser feliz y olvidarme de ella.

Tú mi bella muerte,
que te llevas tanto al más impío,
como al más fiel o el más bondadoso,
Tú que no distingues entre ricos y pobres,
entre sabios e ignorantes,
entre amantes o infieles,
entre importantes o invisibles.
Cualquier ser humano,
Un día te pertenece para siempre

Eres tú la muerte, que no tienes preferencia por nadie,
Pero tú y yo, tenemos una profunda relación entre los dos,
Alguna razón deberás tener para dejarme aquí por más tiempo,
Pero te suplico, mi querida muerte, déjame vivir feliz,
Déjame amar a una sóla mujer, que sea de ella el resto de mi vida,
Y cuando me lleves, seré de tí, como una amante, como un esclavo,
sólo para ti, no tendré más vida para nadie.

Querida muerte, por favor susúrrale al oído que la amo,
entra en sus sueños y háblale de mí,
dile que sólo estoy aquí para amarla a ella,
Tráela a mis brazos, para hacerla feliz.
Por alguna razón en esta vida,
Ella y yo, coincidimos otra vez, pero sé que jamás estaremos otra vez, así, llegará mi verdadero amor, ese amor que será eterno, y lamento decirte, que aunque en tu regazo este, no seré tuyo jamás. 

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